Nueva York es mundialmente conocida como la ciudad que nunca duerme. ¡Y eso es fantástico! Este vibrante y dinámico destino tiene tanto por descubrir, que tendrás infinidad de cosas que hacer durante tu estancia.

1. Visita el Empire State Building
Uno de los edificios más interesantes de Nueva York, el Empire State Building, es un icono del art decó. Una visita a su cumbre, a 381 metros sobre la ciudad, es algo que no puede faltar entre tus aventuras neoyorkinas. Sube hasta el observatorio en el piso 86 y contempla la Gran Manzana desde las alturas. Antes de marcharte, detente un momento para hacerte una foto en el vestíbulo de la Quinta Avenida: seguro que lo has visto en muchas películas y es una parada fundamental en tu recorrido por la Gran Manzana.

2. Enamórate de la Estatua de la Libertad
Los amantes de la historia no pueden dejar pasar la oportunidad de visitar este símbolo de libertad y esperanza. Esta estatua de cobre, un regalo de Francia en 1886, ha visto cómo su distintivo color verde claro cambiaba a medida que el paso del tiempo oxidaba el metal. Para poder ver la estatua en todo su esplendor, súbete a un ferry y visítala con un ticket prioritario. Podrás acceder al pedestal (¡menudas vistas!), entrar al Museo Nacional de Inmigración de la isla Ellis y aprender sobre el lugar con una audioguía.

3. Admira el panorama desde las alturas
La silueta de Manhattan es uno de los paisajes urbanos más reconocibles del mundo. Contémplala participando en una de las actividades más divertidas que podrás encontrar en Nueva York: un vuelo en helicóptero. Sube a una aeronave especial con ventanas convexas del suelo al techo para disfrutar al máximo de las vistas (prepara tu cámara). Tu piloto profesional te llevará a ver los edificios y monumentos más famosos desde una perspectiva completamente nueva en esta experiencia emocionante que solo se vive una vez en la vida.

4. Pedalea por el pulmón verde de Nueva York
Central Park ha sido escenario de numerosos libros, series de televisión, películas y, por supuesto, de la vida cotidiana de Nueva York. Alquila una bicicleta y pon rumbo a las 340 hectáreas más famosas de la ciudad o, si lo prefieres, sal de paseo por las zonas más destacadas del parque. Es el destino ideal para un día de excursión, sobre todo si vas con niños, pero también si quieres dedicar algo de tiempo a estar por tu cuenta. Después, puedes comprar algo de comer en uno de los puestos locales y relajarte mientras ves a la gente pasar.

5. Tómate un momento para reflexionar
El 11 de septiembre de 2001 tuvo lugar uno de los acontecimientos más trágicos de la historia de Nueva York. Visita el museo y monumento conmemorativo al 11-S que cuenta con salas para proyecciones audiovisuales, una exhibición histórica y una exposición conmemorativa donde aprenderás más sobre aquellos que perdieron la vida aquel fatídico día. Este lugar solemne es una visita esencial durante tu estancia.

6. Conoce las culturas de distintas comunidades
Embárcate en un tour a pie por algunos de los barrios más fascinantes de Nueva York Comienza explorando el SoHo, con sus tiendas de moda y sus impresionantes edificios de hierro fundido. Después, dirígete a la pequeña Italia y Chinatown, donde viven comunidades de inmigrantes y se respira multiculturalidad en cada rincón. Escucha relatos sobre su pasado, historias de gánsteres y sobre las dificultades de tiempos que afrontaron estos barrios en tiempos pasados. Lo mejor de todo es que podrás acompañar esta experiencia con deliciosa comida local y, así, descubrir el verdadero sabor de Nueva York.

7. Empápate de arte
En lo más alto de la lista de lugares que los amantes del arte no pueden perderse se sitúa el museo Solomon R. Guggenheim. Pero no solo encontrarás inspiración en la colección de arte, el propio edificio también es una joya arquitectónica. Fue diseñado por Frank Lloyd Wright, su singular forma en espiral guarda en su interior auténticos tesoros artísticos. Podrás contemplar obras de arte impresionistas, postimpresionistas y modernistas tempranas de grandes como Klee, Modigliani, Chagall o Kandinsky.

8. Sube a lo más alto
Presume de haber subido al edificio más alto del hemisferio occidental accediendo al observatorio del edificio One World. Con una altura de 541 metros, el One World Trade Center es un monumento imponente en la silueta de la ciudad de Nueva York. Además, llegarás a lo más alto en un abrir y cerrar de ojos. ¡Tardarás solo 47 segundos en subir hasta el piso 102! Una vez en la cumbre, encontrarás exposiciones interactivas, exhibiciones históricas y, por supuesto, unas vistas espectaculares de la ciudad.

9. Presume de haber estado en Broadway
Asistir a un espectáculo de Broadway es la guinda del pastel. Con más de 40 teatros en la calle más larga de Nueva York, tienes un sinfín de espectáculos entre los que elegir, desde obras premiadas hasta reconocidos musicales. Clásicos como el Rey León siempre son los favoritos entre los niños de todas las edades. Si prefieres presumir de haber visto el musical más longevo de Broadway, escoge el Fantasma de la Ópera. ¡Lleva en escena desde 1988!

10. Dale un bocado a la Gran Manzana
Los amantes del buen comer saben que Brooklyn es el lugar donde encontrar todo tipo de delicias y manjares fascinantes. Haz un tour gastronómico por Williamsburg para descubrir por qué es una zona tan de moda en la que encontrar comida deliciosa. Probarás todo tipo de platos y bebidas en comercios donde conocerás a productores y restauradores locales. Sigue sus consejos sobre los mejores lugares para salir y disfruta del ambiente animado y creativo de este barrio.